Digital Invaders es una escuela, mejor
definida por la academia como una comunidad de aprendizaje y de práctica, en la
que la tecnología es una herramienta de trabajo y no una novedad más; importante
aclarar que la planta docente de la escuela se compone por quienes trabajan en
la agencia, el Grupo W, diseñando los temas, talleres y retos que en cada nuevo
diplomado se realizan y que aporta el gran pluss que es la experiencia y la
actualidad del diseño teórico-práctico.
Si
bien es cierto, la infraestructura o el espacio físico no es nuevo, si está
maravillosamente equipado y ambientado ya que es una casa antigua en la que se
han adecuado los espacios para su funcionamiento como escuela, en ella hay un
sótano y un gran jardín y en este la agencia, el Grupo W, la que está
creativamente diseñada alrededor de una alberca techada, todo en un espacio
ultramoderno con comodidades de primer nivel, y con una gran pared adornada con
los premios internacionales que han ganado (www.grupow.com)
y como escuela (www.digitalinvaders.org)
de esta forma no es difícil identificar
en donde se dan los espacios de los que Chan Núñez, M. E. (2004) nos
habla.
El espacio informativo, en el
que se encuentran los diversos tipos de insumos a procesar, ocurre en “el salón
de clase” este es un espacio decorado como cafetería retro en la que hay una
pantalla plana de tv y de la que cada maestro puede conectar su computadora
portátil, y los alumnos se pueden acomodar en bancos o sillas con mesitas,
perfectamente ventilado e iluminado y conexión a internet es en toda el área
sin problemas. También está el sótano que funciona como “taller” en él hay
mesas extendidas para realizar trabajos prácticos.
El espacio de interacción es
cualquier lugar, ya que ocurre todo en el mismo gran espacio físico, con
conexión a internet para que la comunicación sea inmediata, personal y con
sentidos no solo en dos vías, sino en muchas direcciones.
El espacio de producción es
muy especial. En el segundo piso de la casa (habitaciones en su construcción original)
están adecuadas para ser los espacios de los diferentes equipos de trabajo,
estos determinados por proyectos especiales previamente diseñados y
seleccionados por sus maestros y directivos. Cada habitación tiene 5 o 6
computadoras de última generación, además de que a cada alumno se le provee una
tableta al iniciar el curso y de la que es responsable firmando los contratos
desde el inicio. Aquí prácticamente se llevan a cabo cada una de las ideas que
se gestan en el “laboratorio de ideas” para solucionar los problemas o retos
dados.
Y el último, espacio de exhibición
son las redes sociales, que permiten comunicar al mundo los resultados obtenidos
de cada generación de Invaders, FaceBook, Twiter, Blogg que se alimentan
continuamente con logros, avances, noticias, convocatorias a premios y reconocimientos
obtenidos… Además en una singular graduación a la que acuden personas de los
medios de comunicación, familiares, amigos y la comunidad de la industria de la
creatividad se presentan en medio de una gran fiesta los proyectos finales,
autorizados a salir a la luz, por todos sus maestros, ya que deberán contar con
el nivel de calidad que en la agencia se exige.
Uno de los puntos que para mí ha sido sorprendente, además motivo de diversas
reflexiones es el que no están inscritos ante alguna autoridad, esto es el
diploma o titulo que se recibe es meramente simbólico, esto me lleva a pensar
en dos cosas, la primera para aprender no es lo importante el reconocimiento “oficial”,
es más importante el reconocimiento de la industria de la que se habla; y la
segunda si evaluamos el porqué no se hace o no se ha hecho la respuesta llanamente
fue: “en la Secretaría de Educación Pública se toman aproximadamente un año
para darte el permiso, o como quiera que se llame, ya que deben autorizar la
curricula, o materias que se imparten previamente. El problema viene con que aquí
las materias o materiales cambian tan rápidamente como la industria lo marca,
esto es que a veces de un diplomado o generación a la siguiente ya cambiamos el
temario”; razón por demás válida y con una gran carga de responsabilidad. Y la
segunda reflexión es la carga emocional que le damos a la evaluación, y al
título o reconocimiento obtenido y que para nosotros como sociedad es
fundamental. ¿Qué es más importante
entonces, el aprendizaje o el reconocimiento de tal? Triste ver que se necesita
el papelito, para reconocer, literalmente, papelito habla…
Muy interesante tu reflexión sobre el reconocimiento oficial. Realmente, la educación no siempre es reconocida...me llamó la atención también lo que cuentas de la cafetería de tu institución...excelente idea!
ResponderBorrarLorena Santillana